Con el inicio del nuevo curso, se
presentan interesantes contactos y visitas en el exterior, que esperamos
aporten buenas ideas a Saltamontes. Es una inspiración muy necesaria cuando
escasean las referencias cercanas y estamos muy agradecidas por ello. Así, hace
unos días nos visitó una delegación de expertos y directores de escuelas en la
naturaleza de Corea del Sur. Pudieron explorar los espacios, hablar con los
educadores e intercambiar información con nosotras. Pese a las dificultades de
no tener un idioma común y tener que pasar siempre por la intérprete, fue una
visita muy grata y enriquecedora, esperemos que para ellos también. En breve
recibiremos la visita de una delegación de directores de escuelas al aire libre
de la República Checa, y aprovecharemos para que puedan conocer otros proyectos
de educación al aire libre que hay en la sierra de Guadarrama. Y escribo estas
líneas desde Praga, donde Saltamontes ha sido invitada a compartir su
experiencia y a explicar el estado del arte en educación al aire libre en
España. Todo un reto, porque es un movimiento muy incipiente y muy poco
estructurado, con la información oculta y dispersa. Esperamos haber hecho un
buen trabajo… Lo interesante para nosotros es haber tenido la oportunidad de
conocer experiencias de otros países europeos y descubrir que, salvando las
distancias, tenemos retos y dificultades similares. Toca, pues, hacer fuerza
común. Y no quisiera dejar de mencionar la excelente oportunidad que tendrán
los alumnos del curso
de educación en la naturaleza, que organizan La Violeta / URJC y tutoriza
Saltamontes, de escuchar a ponentes de diferentes países que expondrán cómo
funciona la educación al aire libre en Alemania, Reino Unido o Suecia. Ojalá
toda esta atención que recibimos de allende nuestras fronteras contribuya a
poderla generar aquí, donde más falta nos hace.
viernes, 25 de septiembre de 2015
jueves, 17 de septiembre de 2015
La educación al aire libre en Finlandia
Últimamente se especula mucho
sobre la receta mágica del sistema educativo finlandés. Es el país que mejores
puntuaciones obtiene en los informes PISA y todos tratan (o tratamos) de
conocer su secreto. ¿Será la formación de los maestros? ¿El control
administrativo? ¿La implicación de la sociedad en su conjunto? ¿O tal vez el
clima, que invita a permanecer dentro? Así, en una reciente visita a Finlandia,
no pude evitar preguntar por sus escuelas en la naturaleza. Me las imaginaba
como el súmmum, el santo grial de la educación al aire libre, la cumbre a la
que aspirar. Cuál fue mi sorpresa al averiguar que ¡no las había! O, al menos,
si existían, eran muy poco representativas; nada que ver con el fuerte
movimiento educativo en la naturaleza que hay en países vecinos como Dinamarca,
Suecia o Noruega. El interrogante afloró de inmediato: “¿por qué?”. La
respuesta de los ya de por sí lacónicos fineses fue: “¿para qué?”, acompañado
de una mirada inocente y un leve encoger de hombros. Efectivamente, no hay como
convivir unos días con ellos para entenderlo. A pesar del clima, de la
oscuridad invernal o de los tenaces mosquitos en verano, los finlandeses viven
fuera todo lo que pueden. Si tienen una casa con terreno, cosa bastante
habitual fuera de la capital, reproducen los espacios de interior en el jardín
o en el bosque, siempre cercano. Así, fuera cocinan, comen, juegan, descansan,
e incluso se alivian (en casetas habilitadas al efecto). En definitiva, hacen
fuera todo aquello que se suele hacer dentro. Incluso su invento más
arquetípico, la sauna, cuenta con una versión de interior –integrado en la
casa– y otra de exterior, habitualmente a la orilla del lago. Porque no hay
finlandés que se precie que no viva a tiro de piedra de un lago… Esta misma
filosofía se puede encontrar en la escuela. Los niños pasan una porción
significativa de su jornada lectiva al aire libre. No viven como un engorro
vestirse y desvestirse cada vez que quieren salir o entrar, es algo que hacen
con naturalidad y autonomía. Es tan automático como respirar. Muchas escuelas
cuentan con un lago cerca (foto), así que en verano toca refrescarse en él y en
invierno se zambullen en la nieve, horadan el hielo para pescar o lo rasgan con
sus patines. Sí, en el colegio. El que
yo visité, en Paimelä –y doy fe de que no es el único– tenía una sauna para los
alumnos y, junto a ella, una cabaña con un hogar abierto donde asan salchichas.
Porque tras tirarse repetidas veces con el trineo por las escarpadas pendientes
del “patio”, cómo no, apetece comer algo con los colegas (de repente la palabra
patio adquiere tintes peyorativos, me
surgen imágenes de hormigón desgastado con chicles pegados a él). Del fuego,
por cierto, se encargan ellos. Cortan la leña, lo encienden y lo mantienen
vivo. No en vano, a los fineses, sus propios vecinos los tienen por un pueblo
recio. No hay más que verles. ¿Para qué, una escuela al aire libre? Ahora ya lo
entiendo…
jueves, 2 de julio de 2015
Un canto al juego
Recientemente asistí a la
proyección del webdoc Imagine Elephants, en el que se plantean reflexiones
adultas sobre el juego infantil. Amén del impresionante trabajo de recogida y presentación
de la información, sus autores han sabido elegir muy bien a sus fuentes. En el
webdoc tenemos cabida proyectos, expertos, investigadores, empresas, asesores…
que de una u otra manera estamos relacionados con el juego y la infancia. Algunos de ellos, de muy reconocido prestigio. Como
decía, aquella tarde se habló de juego. Y de la gran paradoja que supone el
reconocimiento universal del juego como una de las necesidades básicas de la
infancia (no en vano aparece en la Convención Internacional de los Derechos del
Niño) y cómo en Occidente cercenamos sistemáticamente ese derecho. La agenda de
nuestros hijos es una huida hacia delante de las carencias que se nos incita a
creer que tenemos. Les llenamos su tiempo de actividades formativas en aras de
su futuro y de actos sociales en entornos controlados y consensuados entre
adultos. En la sociedad tan competitiva e hiperregulada que estamos creando, el
juego infantil representa todos nuestros miedos. El juego es algo que parte de
la emoción, no de la razón, y por tanto es difícil de acotar. Fluye como el
agua, se cuela por cualquier hueco, brota por doquier, en todo momento y lugar.
Es ágil, fresco, espontáneo. Se mueve y cambia de dirección como un insecto en
plena vorágine polinizadora. Pero es también algo muy serio. Mi maestro y
escritor Santiago López-Navia ya lo dice en uno de sus Cuentos de barrio y estío: “Todo su tiempo, todas sus energías se
concentraban en la tarea inaplazable de ser niño”. Es también un acto profundo,
que saca a la luz lo que hay dentro de nosotros y nos hace por ello vulnerables.
El juego busca cruzar la línea, la leve transgresión que poco a poco nos hace
crecer como personas. Mediante el juego exorcizamos miedos, resolvemos
problemas, entendemos el mundo; expresamos con él nuestros más íntimos
sentimientos y damos a conocer nuestras grandezas y debilidades. Ejercido con
libertad, descubrimos nuestros anhelos, nuestros deseos, nuestras fantasías;
sabemos quienes somos y quienes queremos ser, forjando así nuestra identidad.
El juego nos hace seres sociales y, como dice mi compatriota y autor de la obra
seminal Homo ludens, Johan Huizinga, constituye un precursor de la
civilización. No dejemos entonces que sea esa misma civilización la que elimine
el juego de nuestras vidas. De las de nuestros hijos y las nuestras propias, como
adultos generalmente alúdicos que somos. Porque al final, en palabras del
filósofo Martin Buber, el juego es “la exaltación de lo posible”. Seamos, pues,
posibilistas, y ¡a jugar!
Katia Hueso
PS Agradezco a Amphibia Kids la oportunidad de participar como ponente
en la última presentación de la gira de Imagine Elephants, que tuvo lugar en
Avilés el pasado 30 de junio
lunes, 25 de mayo de 2015
¡Última plaza libre en Saltamontes para el curso 2015-2016!
¡Sólo queda una plaza libre para el curso 2015-2016 en Saltamontes! Recordamos que estamos abiertos para niños de 3 a 6 años y pasamos todas las mañanas del curso escolar en la naturaleza. Para más info, descárgate el díptico que hay a la izquierda (qué hacemos - saltamontes infantil) o consúltanos en grupojuegosaltamontes@gmail.com
miércoles, 20 de mayo de 2015
¡Al fin, un curso de formación universitaria sobre educación en la naturaleza!
Invitamos a los profesionales y otros interesados a apuntarse a este Curso Superior Universitario "La naturaleza como escenario de aprendizaje: Proyectos de educación al aire libre" que organiza La Violeta y tutoriza una de nuestras fundadoras, Katia Hueso. El curso tiene una duración de 120 h y está acreditado por la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid. Para más info (de éste y otros cursos) y preinscripciones, visitad:
http://www.lavioleta.org/ambitos-y-propuestas/formacion-y-asesoramiento/formacion-universitaria/.
http://www.lavioleta.org/ambitos-y-propuestas/formacion-y-asesoramiento/formacion-universitaria/.
martes, 12 de mayo de 2015
Saltamontes en la prensa
El proyecto Saltamontes ha salido en el diario 20 minutos, uno de los de mayor tirada en España. Muchas gracias a sus periodistas por haber pasado un día con nosotros y haber escrito un reportaje con tanto cariño. Aquí podéis leer la noticia completa:
http://www.20minutos.es/ noticia/2432335/0/escuelas- bosque/saltamontes/aprender- naturaleza/
http://www.20minutos.es/
sábado, 2 de mayo de 2015
lunes, 23 de febrero de 2015
Cada vez somos más
No cabe duda de que el movimiento de los proyectos educativos ”alternativos” no sólo está creciendo sino diríase que efervesciendo. La segunda etapa de educación infantil, para la cual no es obligatoria la homologación, goza de una saludable variedad de iniciativas que empiezan a invadir todos los rincones de nuestro país. Aún en franca minoría con respecto a la educación convencional, claro está, pero suficientemente diversa y cada vez más accesible, al menos desde el punto de vista geográfico. Pero son muchos los retos que tienen que superar estos proyectos para lograr la aceptación del conjunto de la sociedad y, por tanto, la homologación. Tanto es así, que la mayoría de ellos incluso rechazan de plano intentarlo, pues pasar por ese trámite supondría, en la mayoría de los casos, perder la esencia misma del proyecto. La lucha es más bien la contraria: lograr que la sociedad y, por tanto, el sistema, acepte la diversidad pedagógica y que por tanto se puedan homologar cosmovisiones diferentes a la predominante y relativamente uniforme que hay en la actualidad.
Los proyectos educativos que
trabajamos al aire libre tenemos el reto añadido de superar reticencias,
firmemente arraigadas en nuestro acervo cultural, a la permanencia en la
intemperie, que se asocia antes a una pobreza de recursos que a un
enriquecimiento pedagógico. Afortunadamente, son cada vez más los proyectos y
las familias que creen en el poder educativo de la naturaleza y apuestan por un
modelo basado en el contacto profundo y permanente con ella. Ahora, nuestro
reto más importante es demostrar a la sociedad el beneficio real que aporta la
permanencia en la naturaleza a la educación, el desarrollo, la salud y el
bienestar de nuestros niños. Ya son muchas las instituciones educativas que nos
invitan a presentar nuestra experiencia y a formar a futuros maestros en
educación al aire libre. Algunas universidades atienden a las pedagogías
alternativas, incluida ésta, en sus estudios de postgrado. Van surgiendo redes,
encuentros, jornadas sobre estos temas…
Pero queda mucho camino por
recorrer. Si queremos ser reconocidos por la sociedad en su conjunto, sobre por
todo aquellas instituciones más escépticas, tenemos que dar lo mejor de
nosotros mismos. Ofrecer la máxima calidad educativa, el mejor trato a las
familias, un amor incondicional por los niños. Si no somos capaces ello, de
hacer las cosas con rigor y seriedad, por muy al margen que parezca que
estamos, no podemos pretender que a su vez nos tomen en serio. Y por respeto a
nuestros colegas de vocación, flaco favor les haremos si no nos tomamos en
serio a nosotros mismos. Rememos juntos, y llegaremos antes y mejor a nuestro
destino.
domingo, 1 de febrero de 2015
Presentación para familias interesadas
El proyecto Saltamontes (escuela al aire libre para niños hasta 6 años en Collado Mediano) ofrecerá una presentación para familias interesadas el próximo sábado 14 de febrero de 1230 a 14h en el Espacio Saltamontes (Paseo de María Cristina 10, a 5 min de la estación de ffcc). Este es un evento gratuito dirigido a adultos. Rogamos confirmar asistencia en grupojuegosaltamontes@gmail.com.
¡Gracias por difundir!
lunes, 26 de enero de 2015
Muchas gracias a todos los profesionales
Desde aquí queremos agradecer enormemente a todos los profesionales que os dirigís a nosotros con vuestras cartas de presentación y currículos, por vuestro interés y entusiasmo. Dado el volumen de mensajes que nos llega, lamentamos no poder contestar individualmente a cada uno de vosotros y no poder ofreceros el puesto deseado, pues de momento están todos cubiertos. No obstante, conservamos la información para, llegado el caso, contactar con los candidatos de mayor valía para nuestro proyecto. ¡Muchas gracias y mucha suerte!
jueves, 15 de enero de 2015
¿Existe un sólo modelo de educación al aire libre?
En estos tiempos que corren se incide
mucho sobre la importancia entre la educación infantil y el contacto con la
naturaleza. Se empieza a hablar tímidamente de pedagogía del bosque o pedagogía
del aire libre, en clara alusión a las corrientes germana (Waldpädagogik) o escandinava (Utomhuspedagogik), respectivamente.
Muchos son los maestros que están acercando a los niños a la naturaleza, bien
saliendo con más frecuencia al aire libre, bien introduciéndola en el aula
mediante el cultivo de huertos, el cuidado de animales, la propuesta de experimentos,
etc.. Más raros son los proyectos que, como Saltamontes, ofrecen un contacto
integral con la naturaleza, en los que ésta es de hecho el espacio de
referencia de los niños. Asunto que conlleva de por sí retos muy importantes, pero
que no son objeto de esta contribución y que por ello dejaré de momento al
margen. Pero la cuestión no acaba ahí. La simple permanencia en la naturaleza o
el uso de materiales que ofrece la misma, no pasaría de ser una “didáctica del
aire libre”, que desde tiempo ha se viene aplicando en el ámbito informal de
los campamentos o los grupos scout, por ejemplo. La naturaleza, en esos casos, sería
un escenario o una herramienta; diferentes a los convencionales, sí, pero con
un objetivo ulterior afín al statu quo.
En la pedagogía al aire libre sensu stricto, la naturaleza constituye un elemento
esencial en la educación, siendo protagonista y no sólo coadyuvante o
catalizador del aprendizaje diario de los niños. Dentro de ella, cabe distinguir diversas corrientes. La más habitual nos enseña a tratar con
respeto a la naturaleza, a gestionarla con inteligencia y a apreciarla con afecto.
El ser humano adquiere la condición de gestor, de
responsable del devenir de lo natural, desde una perspectiva antropocentrista y
con un trasfondo ético humanista, diríase incluso paleocristiano. Un paso más
allá va la corriente que bebe de la llamada Friluftsliv
escandinava, con la que nos identificamos en Saltamontes. Este paradigma
filosófico, fuertemente enraizado en las sociedades nórdicas, y cercano al
movimiento de la ecología profunda (deep
ecology) que llegó desde EEUU hace algunas décadas, pone al hombre en
términos de igualdad con la naturaleza. El ser humano forma parte de la misma y
debe actuar con respeto hacia ella no sólo por una (auto-)imposición moral,
sino porque ello significa lisa y llanamente respetarse a sí mismo. Se trata de
un compromiso con nuestra propia existencia que hunde sus raíces en nuestra
doble condición de ser vivo e inteligente. Si yo mismo soy naturaleza, cómo he
de tratarla entonces…. Los niños que reciben educación en estos valores viven
la naturaleza con plenitud y con integridad porque ha pasado a formar parte de
ellos. Son una misma cosa y por tanto no llegan siquiera a cuestionarse qué o
cómo deben actuar frente a ella. Así, como se puede ver, hay muchas formas de
educar al aire libre. Todas ellas válidas, pero con unas diferencias que es
esencial saber distinguir.
Katia Hueso
Cofundadora del proyecto Saltamontes y docente universitario en
sostenibilidad, medio ambiente y educación al aire libre
Nuevo espacio de reflexión
Queridos amigos de Saltamontes:
Estrenamos en nuestro blog un espacio de reflexión, al que estáis invitados a entrar y participar. Vuestras opiniones y contribuciones son bienvenidas (se ruega enviarlas a grupojuegosaltamontes@gmail.com). Nos estrenamos con una reflexión de una de las fundadoras del proyecto, esperando que sea de vuestro agrado.
Saludos serranos,
Comunidad Saltamontes
Estrenamos en nuestro blog un espacio de reflexión, al que estáis invitados a entrar y participar. Vuestras opiniones y contribuciones son bienvenidas (se ruega enviarlas a grupojuegosaltamontes@gmail.com). Nos estrenamos con una reflexión de una de las fundadoras del proyecto, esperando que sea de vuestro agrado.
Saludos serranos,
Comunidad Saltamontes
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