El Grupo de Juego en la Naturaleza Saltamontes ha hecho su primer viaje de representación diplomática a un Waldkindergarten (literalmente, "Jardín de infancia en el bosque") en el norte de Alemania. Íbamos incluso acompañados de uno de los pequeños saltamontes que, se podría decir, ha hecho un minierasmus de preescolar. Con más de 700 instalaciones de este tipo, Alemania es un país con una gran experiencia en la organización de grupos de educación al aire libre y para nosotros casi constituye un lugar de obligado peregrinaje por lo mucho que se puede aprender de ellos. Por ello estamos muy especialmente agradecidos a los responsables de este Waldkindergarten que han accedido a acogernos. Nos recibieron muy amablemente los dos educadores al cargo y nos permitieron acompañarles en un día típico. Lucía un sol acuoso y hacía algo de viento, aunque la temperatura era suave para lo que debería ser en esta época. Después de una ronda de saludo en un prado junto al bosque con los 16 niños que asistían ese día, desayunamos en la cabaña de madera que tienen como refugio. Los niños cantaron una canción antes de empezar, para agradecer al sol y a la tierra los alimentos que pueden tomar. También con un cántico agradecieron los mazapanes que les llevamos de regalo. Una vez saboreado tan ibérico dulce, pusimos rumbo al cercano bosque, con inmensas hayas y robles ya pelados y con un suelo literalmente tapizado de hojas, hayucos y bellotas, más otras sorpresas que fueron apareciendo. Allí nos instaron a apartarnos de su lugar habitual de juego porque vieron unas ramas secas y corrían peligro de caer sobre nosotros, sobre todo si hacía viento. Así que unos metros más allá, los niños se dedicaron a construir una cabaña con ramas, que se sujetaban horizontalmente entre cuatro grandes troncos. Algunos de ellos se quedaron dentro sentados en quieta tertulia, otros decidieron jugar con los materiales de construcción apilados junto a la cabaña, otro par exploraba los bichos que aún aparecían por algún rincón y otros se dedicaron a rodar ladera abajo. Pasada una hora una educadora les propuso un juego de persecución, en el que participaron casi todos los niños. Un rato después, se desarrolló la ronda de despedida con un juego muy divertido que consistía en rescatar a los niños de un pozo imaginario. Finalizó la ronda con un cántico de despedida alusivo al fin de semana, pues ya era viernes. Algunos niños fueron recogidos abajo por sus familias, otros pocos se quedaron a comer y a jugar un par de horas más. Durante todo el día tuvimos la oportunidad de observar, escuchar y aprender de nuestros colegas alemanes y de intercambiar impresiones con ellos. Les ha encantado nuestra iniciativa y esperaban pronto corresponder al intercambio con una visita a nuestro Territorio Saltamontes. Y con ello concluyó nuestra visita... Vielen Dank für Eure Gastfreundschaft!
Me encanta vuestro proyecto. Si viviese cerca me uniría sin dudarlo. Comparto con vosotros la importancia del contacto con la naturaleza de los niños, y por supuesto, el aprendizaje que les aporta, en mi opinión, mucho más valioso que lo que puedan aprender en la escuela tradicional en este periodo de sus vidas. Como ya os he dicho, me fastidia bastante no poder unirme, es más, estoy pensando en promover la creación de uno por la zona donde vivo... Enhorabuena para los fundadores, pero sobre todo, enhorabuena a los niños que lo disfrutan¡¡¡ Saludos
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