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lunes, 29 de abril de 2019

Las escuelas en la naturaleza en los medios

El otro día hablaba con alguien del sector editorial sobre una posible traducción de los libros que hemos escrito desde Saltamontes y concluimos que si había un mercado en el que no tendrían cabida era el escandinavo. Allí no hay que explicarles la importancia de estar en contacto con la naturaleza. Es un tema, en fin, del que no se habla, porque no hace falta. Al sur de Jutlandia la cosa cambia. Necesitamos exponer vivamente lo que nos aporta la naturaleza. En los últimos tiempos aparecen en las redes muchas referencias a los beneficios de permanecer en ella: darse baños de bosque, jugar al aire libre, reverdecer los patios, practicar el bushcraft, etc. Está más que demostrado que la naturaleza es beneficiosa para la salud física y mental, para el bienestar y para un adecuado desarrollo de los niños, entre otras muchas cosas. Y en estas contribuciones se citan trabajos científicos que lo refrendan, se ofrecen recetas y recomendaciones, se insta a salir al medio natural con memes inspiradores, ocurrentes infografías, etc. Las empresas especializadas nos venden ropa, equipamiento, paisajes y experiencias. Hay quien incluso cifra en horas al día el tiempo de estancia mínimo para que todo ello tenga sentido. Del mismo modo, salen libros, artículos, entrevistas, videos, documentales… una abundancia de recursos cuya lectura o visionado, paradójicamente, nos roban el tiempo para hacer lo que nos piden: salir ahí fuera. Recuerdo con especial asombro un video de una escuela en la naturaleza en los EEUU, que fue visto por ¡1,9 millones de internautas! Que aparezcan nuestras escuelas en la prensa generalista es sin duda un paso importante para su difusión. ¿A quién no le halaga que salga su proyecto, su nombre o sus ideas en tantos sitios? Pero cabe preguntarse si todo esto es lo que deseamos que suceda. En el fondo, el mejor signo de normalización, de aceptación por parte de la sociedad, sería que no se nos viera en la prensa o en internet. Tras esta explosión mediática, sin duda imprescindible y muy de agradecer hacia quienes la hacen posible, deberíamos aspirar con el tiempo a “desaparecer”. Queda aún mucho por recorrer, para estar en igualdad de condiciones con el resto de las escuelas. Debemos hacer entender que no somos “competencia desleal”, porque las escuelas en la naturaleza serias, nos autoimponemos requisitos que van mucho más allá de lo que pide la normativa, pagamos impuestos como cualquier otra iniciativa de emprendimiento (educativa o de la índole que sea), ofrecemos a nuestros trabajadores condiciones iguales o mejores que en las escuelas reconocidas y, sin embargo, no recibimos ningún tipo de apoyo institucional ni administrativo. El día que todo esto se entienda, que se conozca el rigor y la seriedad con la que trabajamos, será el día en que podamos desaparecer del radar. Pero no por ir por debajo de él, sino por ser ya “parte del paisaje”. Mientras tanto, ahí debemos seguir, exponiendo nuestra realidad ¡ante luz y taquígrafos! Y con todo nuestro agradecimiento a los medios y a sus lectores, por la atención prestada.