Fue una bella jornada enmarcada por los bosques gallegos. Un nuevo
encuentro de la Asociación EdNa (Educación en la Naturaleza) consigue reunir a
medio centenar de personas en el acogedor albergue de Revolta Natural en Cospeito
(Lugo). Desde este blog hemos defendido siempre la necesidad de trabajar juntos
en pro de la educación en la naturaleza en nuestro país y estos encuentros -ya
vamos por el tercero- demuestran no sólo que -en efecto- es importante, sino
que además es posible. Con sumo cuidado por los detalles y la estética, las
organizadoras lograron que nos sintiéramos en casa y estuviéramos plenos de
inspiración para trabajar. Somos conscientes de que éste es un movimiento
incipiente, con una enorme pujanza de nuevos proyectos, pero que sufre de un
gran desconocimiento e incluso desconfianza desde el mundo de la educación
convencional. Para EdNa es prioritario romper prejuicios y abrirse a la
sociedad. Por ello, uno de los objetivos de este encuentro fue diseñar los
criterios de calidad que deben tener los proyectos de educación en la
naturaleza, tanto los clásicos (escuelas infantiles o incluso escuelas de
primaria) como otros afines (grupos de crianza, madres de día, extraescolares,
centros de educación ambiental…). Los
criterios de calidad permitirán que todos los proyectos podamos mejorar
nuestros servicios y aspirar a una excelencia compartida; a los usuarios, a
distinguir los proyectos de calidad, al tiempo que se respeta su diversidad; y a
la sociedad en general, conocer y entender mejor los beneficios de la educación
en la naturaleza. Criterios de calidad que además servirán de guía para
proyectos emergentes que deseen trabajar con el rigor y la seriedad que este
movimiento merece. Porque la educación en la naturaleza no es una moda
pedagógica más. Apela a nuestra esencia, la naturaleza, un valor universal y eterno,
que permanece más allá de coyunturas y tendencias. Ha venido, pues, para
quedarse. Con calidad. Con fuerza.